Para los 115 palangreros de superficie afectados ha sido un «calvario» el despropósito que les impedía vender el marrajo dientuso que sí podían capturar. Todo un enredo, porque la Unión Europea (UE) y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación les permitían pescarlo pero el Ministerio de Transición Ecológica no les autorizaba la comercialización. Más de 90.000 kilos del 2020 siguen congelados en almacenes o ya han sido destruidos, si bien les dejaron exportar buena parte de las capturas del 2021. Desde el pasado diciembre no podían pescarlo ni venderlo. Faltaba el permiso de venta que Transición Ecológica acaba de conceder a 85 buques.
El ministerio que preside Teresa Ribera ha respondido al clamor de los pescadores y expide los imprescindibles certificados con los que autoriza la descarga y la exportación del dientuso. Tres meses después de empezar el año, pueden capturar parte de la cuota asignada a España.
Barcos de Burela, Celeiro, Marín, Vigo y A Guarda han empezado a desembarcarlo en el puerto vigués. Ya no sentirán en desventaja con los buques de Portugal, que faenan en los mismos caladeros que ellos y distribuyen sus capturas desde Vigo.
Como el dientuso está incluido desde el 2019 en CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres), las opciones de capturas acordadas por los organismos internacionales que gestionan esas pesquerías están condicionadas al permiso de comercialización.
De momento, Transición Ecológica consiente que la flota española venda 301,7 toneladas de dientuso del Atlántico Sur (en el Norte está vedado), 420 del Pacífico Oriental, 147 del Occidental y Central y 139 del Índico.
Por ineficaz para la protección del recurso y porque perdjudicaba a la flota que lo había pescado legalmente, hasta el eurocomisario de Pesca y Medio Ambiente, Virgnijus Sinkevicius, cuestionó que España limitase la comercialización de dientuso tras haber sido incluido en CITES.
Fuente: Voz de Galicia